"El primer trabajo misionero consiste en cuidar de que el amor, la luz y el gozo reinen en el hogar. No tratemos de realizar alguna gran empresa misionera, antes de cumplir con los deberes hacia nuestro hogar. Cada mañana deberíamos pensar: ¿Qué acto bondadoso puedo realizar hoy? ¿Qué palabra tierna puedo pronunciar? Las palabras bondadosas en la intimidad del hogar se asemejan a rayos del sol. El esposo necesita de ellas, como también las necesitan la esposa y los niños... Cada corazón deberiera aspirar a conseguir que exista aquí abajo tanto del cielo como sea posible".
Ellen White, Dios nos cuida, 25 de enero.