"Eleven la norma del cristianismo en la mente de sus hijos; ayudenles a entretejer a Jesús en su experiencia; enseñenles a tener la más alta reverencia por la casa de Dios, y a comprender que cuando entran en la casa del Señor, deben hacerlo con corazón enternecido y subyugado por pensamientos como éstos: "Dios está aquí; ésta es su casa. Debo tener pensamientos puros y los más santos motivos... Este es el lugar donde Dios se encuentra con su pueblo y lo bendice".
Los padres no deben sólo enseñar, sino ordenar a sus hijos que entren en el santuario con seriedad y reverencia.
Practiquen la reverencia hasta que ésta se convierta en parte de su ser".
Ellen White, Dios nos cuida, 21 de febrero.
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