SE COMIENZA EN EL HOGAR

"El primer trabajo misionero consiste en cuidar de que el amor, la luz y el gozo reinen en el hogar.  No tratemos de realizar alguna gran empresa misionera, antes de cumplir con los deberes hacia nuestro hogar.  Cada mañana deberíamos pensar:  ¿Qué acto bondadoso puedo realizar hoy?  ¿Qué palabra tierna puedo pronunciar?  Las palabras bondadosas en la intimidad del hogar se asemejan a rayos del sol.  El esposo necesita de ellas, como también las necesitan la esposa y los niños...  Cada corazón deberiera aspirar a conseguir que exista aquí abajo tanto del cielo como sea posible".

Ellen White, Dios nos cuida, 25 de enero.

REVERENCIA

"Eleven la norma del cristianismo en la mente de sus hijos; ayudenles a entretejer a Jesús en su experiencia; enseñenles a tener la más alta reverencia por la casa de Dios, y a comprender que cuando entran en la casa del Señor, deben hacerlo con corazón enternecido y subyugado por pensamientos como éstos: "Dios está aquí; ésta es su casa. Debo tener pensamientos puros y los más santos motivos... Este es el lugar donde Dios se encuentra con su pueblo y lo bendice".


Los padres no deben sólo enseñar, sino ordenar a sus hijos que entren en el santuario con seriedad y reverencia.

Practiquen la reverencia hasta que ésta se convierta en parte de su ser".


Ellen White, Dios nos cuida, 21 de febrero.

Cuando hay choque de voluntades

"La madre debe comprender que Dios es su ayudador, que el amor es su éxito, su poder.  Si ella es una cristiana sabia, no tratará de dominar por la fuerza la voluntad del niño.  Orará y mientras ore, experimentará una renovación de la vida espiritual dentro de sí.  Y verá que al mismo tiempo el poder que obra en ella también está obrando en el niño.  Y el niño, en vez de ser forzado, es dirigido y se hace más suave.  Así se gana la batalla.  Cada pensamiento bondadoso, cada acto paciente, cada palabra de sabia sujeción es como manzana de oro con figuras de plata.  La madre ha ganado una victoria más preciosa de lo que puede expresar el lenguaje.  Tiene luz renovada y una expriencia mayor.  La "luz verdadera, que alumbra a todo hombre" de este mundo ha sometido la volutnad de ella.  hay paz después de la tormenta, como el sol que brilla después de la lluvia".  (Ellen White, La conducción del niño).

ENSEÑEN A COCINAR A SUS HIJOS

"No descuiden el enseñar a sus hijos a cocinar.  Al hacerlo, les imparten prin cipios que deben tener en su educación religiosa.  Al dar a sus hijos lecciones de fisiologia y al enseñarles a cocinar con sencilles, y sin embargo, con habildiad, están colocando los fundamentos de la más últil rama de la educación.

Hay religión en cocinar bien.  Hay que tener cuidado con la ignorancia o descuido en aprender a cocinar.

Muchas madres no comprenden la importancia de estas ramas del conocimiento y antes de darse la molestia y el cuidado de instruir a sus hijos y soportar sus fracasos y errores mientras aprenden, prefieren hacerlo ellas mismas.  Y cuando sus hijos fracasan en sus esfuerzos, se alejan con estas palabras:  "no vale la pena; no podés hacer esto o lo otro; me complicás y molestás más de lo que me ayudás".

Así rechazan los primeros esfuerzos de las que están aprendiendo, y el primer fracaso enfría tanto su interés y ardor por aprender, que tienen temor de hacer otra prueba y se dispondrán a hacer otras tareas domésticas pero no cocinar.  En esto la madre cometió una gran falta.  Debiera haberlos instruido pacientemente para que, por medio de la práctica, puedieran haber obtenido una expriencia que eliminara la falta de habilidad y remediara los movimientos incapaces de los niños con falta de experiencia".  (Ellen White, La conducción del niño).






 

El alimento no reemplaza la atención

"Los infantes han sufrido mucho por haber sido tratados incorrectamente. Por lo general, si eran irritables se les alimentaba para hacerlos callar, cuando, en la mayoría de los casos, su irritación se debía precisamente al hecho de haber recibido en exceso un alimento hecho perjudicial por los hábitos erróneos de la madre. Tal exceso de alimento no podía sino empeorar las cosas, pues su estómago estaba ya recargado.


Generalmente, desde la cuna se enseña a los niños a satisfacer su apetito y a vivir para comer. Durante la infancia, la madre contribuye mucho a la formación del carácter de sus hijos. Puede enseñarles a dominar el apetito, o a satisfacerlo y volverse glotones. Es frecuente que la madre ordene sus planes para hacer cierta cantidad de trabajo durante el día; y cuando los niños la molestan, en vez de tomarse el tiempo para calmar sus pequeñas tristezas y distraerlos, los acalla dándoles de comer, lo cual cumple su fin durante breve plazo, pero al fin empeora las cosas. El estómago de los niños quedó atestado de alimento cuando menos lo necesitaba. Todo lo que ellos requerían era un poco del tiempo y de la atención de su madre, pero ella consideraba su tiempo como demasiado precioso para dedicarlo a entretener a sus hijos. Posiblemente la tarea de ordenar su casa con buen gusto, a fin de merecer la alabanza de las visitas, y la de preparar alimentos en forma aceptable, son para ella de más importancia que la felicidad y la salud de sus hijos"  (Ellen White, El hogar cristiano).

Hoy es el día

"La niñez pasa rápidamente, demasiado... rápidamente para mi gusto.  Lo mejor es no desperdiciar tu tiempo; tu ventana de oportunidad es más angosta de lo que piensas.  Enseña temprano y enseña a menudo.  Manténte en el camino del éxito.  Y no te olvides de los abrazos, todos los necesitamos"  (David Markus, Parenting). 

Verdadero amor

"El verdadero amor exige que hagas lo mejor por tus hijos y no siempre lo que es más fácil para ti"  (Zig Ziglar).

Sabiduría

"ANTES DE CORREGIR A SUS HIJOS DESOBEDIENTES, APARTESE Y PIDA AL SEÑOR QUE ABLANDE Y SUBYUGUE LOS CORAZONES DE SUS HIJOS Y QUE LE DE A USTED SABIDURIA PARA TRATAR CON ELLOS"  (Ellen White, La conducción del niño).

Permitir que los niños sigan su propia voluntad

"LA INFLUENCIA QUE PREVALECE EN LA SOCIEDAD FAVORECE EL DEJARLES SEGUIR A LOS JOVENES LA INCLINACION NATURAL DE SUS PROPIAS MENTES.  PIENSAN LOS PADRES QUE SATISFACIENDO LOS DESEOS DE SUS HIJOS Y DEJANDOLES SEGUIR SUS INCLINACIONES, OBTENDRAN SU AMOR.  ¡QUE ERROR!  LOS NIÑOS ASI CONSENTIDOS SE CRIAN SIN VER RESTRINGIDOS SUS DESEOS, SIN SABER DOMINAR SUS DISPOSICONES Y SE VUELVEN EGOISTAS, EXIGENTES E INTOLERANTES; ESTO SERA UN PROBLEMA PARA ELLOS MISMOS Y PARA QUIENES LOS RODEEN"  (Ellen White, La conducción del niño).